Planta adecuada para el lugar adecuado

La jardinería de primeras puede resultar complicada; las plantas son susceptibles a muchísimas cosas: pueden recibir demasiado sol, o demasiado poco, pueden afectarles plagas o enfermedades, podemos plantarlas en el lugar inadecuado para ellas por ejemplo por su tamaño, o demasiado grande o demasiado pequeña, o encontrarse en un lugar en donde los niños juegan, o en donde hay mucho paso. Puede resultar abrumador al principio.

Desde mi punto de vista y en mi búsqueda de un jardín sano, de fácil mantenimiento, y en la medida de lo posible equilibrado, he descubierto muchas técnicas que nos pueden ayudar a conseguirlo. Colocar la planta adecuada en el lugar adecuado es una de ellas.

A la hora de practicar jardinería y que esta nos resulte beneficiosa en diversos aspectos, tanto a nosotros como a nuestras familias y habitantes de nuestros hogares (como las mascotas), sería contraproducente usar tóxicos que dañen nuestra salud, y a la fauna que nos rodea, para controlar plagas y posibles enfermedades. 

La mejor manera de no usar esos tóxicos es prevenir enfermedades, ya sabéis mejor prevenir que curar, y hay formas tremendamente efectivas de conseguirlo. Los sprays en mi jardín por ejemplo, y ánimo a mis clientes y amigos a hacer los mismo, están para humedecer los semilleros y para bajarle la temperatura al invernadero en días de primavera que parecen casi verano. En alguna ocasión han contenido detergente lavavajillas, o soluciones de ajo. Pero nada más.

Si yo hubiera podido elegir un consejo antes de ponerme con esto “de las plantas y los jardines” hubiera sido esta técnica y esta forma de ver la horticultura. Me hubiera ahorrado unos cuantos disgustos.

Una de las formas más efectivas de conseguir tener un jardín sano, ya sea grande o pequeñito en un balcón, que no sufra enfermedades ni plagas, ni sea complicadísimo de mantener, es plantar las plantas donde se van a sentir como en casa. De esta manera no nos romperá el corazón porque el perro ha vuelto a ponerse a saltar encima de esa Peonía, o porque los caracoles se han vuelto a comer el Delphinium. 

Si buscamos el hueco adecuado para cada planta esta prosperará con el mínimo mantenimiento y cuidado. Además de que se recuperará antes del estrés del transplante, y se establecerá pronto formando unas raíces fuertes y sanas que son la base de una planta feliz y sana. Si unos cuantos pulgones se dedican a atacar a una planta sana esta no se verá afectada severamente por este ataque y será capaz de seguir creciendo y de enfrentarse a este ataque.

Planta adecuada para el lugar adecuado

Si queremos llevar a cabo esta técnica deberemos primero evaluar las condiciones en las que vamos a hacer a nuestras plantas crecer. Es primordial observar el terreno en el que se va a trabajar, y no tener prisa ni ser impacientes. Hay que tener en cuenta que en algunas zonas de la península nuestro clima extremo continental hace que tener un jardín resulte una tarea resulte casi hercúlea si no se sabe bien qué plantar. 

En cualquier caso si necesitas ayuda con esta evaluación siempre puedes escribirme y evaluaremos el ambiente y clima en el que quieres empezar tu proyecto. No debemos sólo pensar en el frío que podemos tener durante el invierno, que es lo que todos tendemos a pensar en un principio, sino también cómo son los veranos, cuánta humedad y precipitación tenemos de forma natural. 

En si tenemos un suelo seco, arcilloso, rico en nutrientes, o por el contrario pobre, en si es alcalino o más bien ácido. Para esto puede ayudar mucho observar qué plantas silvestres crecen en la zona, podemos inspirarnos en ellas y agregar a nuestro proyecto plantas que toleren situaciones similares. Por supuesto también podemos fijarnos en las plantas que crecen y prosperan en otros jardines. 

Un ejemplo clarísimo dentro de la península sería el de Cantabria, ¿os habéis fijado en la cantidad de Hortensias que hay allí, y lo bonitas que están? Pero aunque yo viva en Cantabria y esté buscando una planta adecuada si me da demasiado sol justo donde quiero plantarla no es tampoco buena idea pues las Hortensias además de adorar el agua necesitan un lugar con poca exposición solar directa.

Tener en cuenta la zona de rusticidad en la que estamos puede ayudar. Y aquí hay un mapa muy detallado de dichas zonas de rusticidad que indican la posibilidad de tener las temperaturas indicadas para cada zona: https://www.plantmaps.com/interactive-spain-plant-hardiness-zone-map-celsius.php

Para ayudar a leerlo si por ejemplo yo tengo mi jardín en Segovia me encuentro en la zona 9a que quiere decir que en alguna ocasión tendrás temperaturas cercanas al -6.7ºC. En muchas etiquetas identificativas de las plantas tendrás indicada la zona, o bien las temperaturas que tolera.

Hay que observar en nuestro jardín que también existen distintas zonas climáticas, como si de microclimas se tratara, y sus distintas orientaciones, así como su exposición no sólo solar. Por ejemplo hay especies que por temperatura pueden sobrevivir un invierno frío pero si están excesivamente expuestas a vientos fríos, o cálidos, pueden sufrir; muchas veces el tener una pared o vaya en sus espaldas puede convertirse en suficiente refugio. 

Si vives cerca del mar ¿alguna zona se ve salpicada con agua salada? Son ejemplos de en lo que debemos fijarnos.

En definitiva y a modo de síntesis siempre puedes seguir estos pasos respecto del lugar donde quieres crear un parterre o zona de plantación:

Mira cuántas horas de sol recibe la zona. Más de 6h es considerado Pleno sol, entre 6h y 4h es Semi-sombra, y menos de 4h es Sombra.

Desde luego si queremos que una planta sobreviva no vamos a dejar una tropical o por ejemplo una maravillosa Buganvilla en el exterior, pongamos en pirineos, pues en invierno no tendrá ninguna posibilidad de supervivencia.

 la tierra de las que dispones. De forma rápida y sencilla (pues ya veremos las características de la tierra en otra ocasión ya que el tema es extenso) necesitamos saber si nuestro suelo es arcilloso, arenoso, limoso, calizo, o nos ha tocado la lotería y tenemos un suelo negro humífero. Y por lo tanto dependiendo del tipo de suelo sabremos si retiene más o menos agua, si se seca rápido, si necesita mucha o poca fertilización, etc.

debemos decidir si queremos un jardín que requiera de mucho riego o por el contrario preferimos un enfoque más sostenible y de bajo mantenimiento. Tendremos que saber si tenemos acceso a ese riego y a su instalación. Y otro detalles como que no se debe plantar una planta que requiera de mucho agua al lado o bajo un árbol cuyas raíces vayan a disponer del agua de ese lugar y por lo tanto van a dejar a la planta sin opciones.

Como mencionaba más arriba no es lo mismo que una planta o árbol esté en medio de una zona abierta a que esté “protegido” por muros, o incluso por separaciones verdes como puede ser una enredadera. También tendremos en cuenta características de estar próximo a una edificación como es la sombra de riego (cuando llueve la zona inmediatamente pegada a un edificio no se suele mojas y por lo tanto las raíces posicionadas ahí no reciben agua).

¿Habéis observado cuantísimos helechos tenemos en los bosques? Esa situación de protección, y filtración de luz que les proporcionan los árboles es el lugar ideal para ellos.

Estas mismas consideraciones se pueden aplicar cuando estamos eligiendo qué planta traer a esa nueva zona, añadiendo únicamente un par más:

Hay que pensar que una planta si prospera crecerá, casi nunca podemos adquirirlas en su tamaño adulto. Hay que valorar tanto altura como envergadura. Cuántas veces tenemos que ver como unos Cipreses Leylandii invaden la acera, y han crecido en exceso de altura, porque nos hemos empeñado todos en usarlo de seto, condenando a sus dueños a podarlos muy a menudo o a tener monstruos que les quitan la luz, cuando son árboles enormes y podríamos elegir algo más adecuado al espacio que hay que cubrir.

Adecua el tiempo que quieres invertir en el mantenimiento de las plantas, a las plantas que vayas a adquirir. Para mí es mucho más sencillo por ejemplo en el jardín de casa que las plantas que requieren mucho mantenimiento estén en zonas accesibles y que yo vea habitualmente, me ayuda a recordarlo, y a acceder para poder por ejemplo retirar las flores marchitas que en verano hago casi a diario.

Puede ser que se quiera un jardín “blanco” y por lo tanto haya que buscar plantas con o bien flores de ese color, u hojas que se asemejen que las hay. O está, como mencionaba más arriba en la costa y debe tolerar la sal del ambiente. Queremos que tolere bien el calor excesivo de pleno verano, o que no se marchite si le cae el agua de una piscina. O como yo quieres que sean beneficiosas para la fauna autóctona, o que florezcan mucho tiempo sin marchitarse y te den color todo el verano. Es mucho más útil pensar todo lo que queremos conseguir antes de ponernos manos a la obra.

Y siempre hay que recordar que como dice Janey Kilburn Phillips: no hay errores en la jardinería, hay experimentos. Si una herbácea o un arbusto no funcionan donde los hemos plantado siempre se pueden mover. Lo ideal es hacerlo en primavera u otoño (yo prefiero otoño mil veces antes, hay menos fluctuación de temperaturas y llueve). 

Muchas veces tienes que probar distintas zonas hasta que das con la ideal, aunque hay que tener en cuenta que cada vez que una planta se mueve sufre estrés, siempre es un riesgo y no debe hacerse por capricho. Pero nunca debemos creer que hemos fracasado, en jardinería es más el camino que el destino, se va aprendiendo de los errores propios y de la experiencia. Y lo mejor de todo es que siempre hay otra oportunidad, otro ciclo anual.

2 Comentarios

  • damn

    10 de July de 2023 - 01:12

    Тhanks for the mɑrvelouѕ posting! I definitely enjoyed reading
    it, you will be a great author.I will ensure that I bookmark your bloց and will come back someday.
    I want to encоurage you continue your great job, have
    a nice holiday ᴡeekend!

    • Ruth

      10 de July de 2023 - 10:25

      Thanks for your kind words 🙂

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